Las autoridades confirman 59 muertes y casos sospechosos
en Sierra Leona y Liberia
Trabajadores españoles en la zona solicitan su evacuación
inmediata
Las autoridades sanitarias de los países de África occidental están en
alerta tras la confirmación de que detrás de las fiebres hemorrágicas que han
causado ya 59 muertos en el sur de Guinea
se encuentra un brote del virus Ébola,
para el que no existe tratamiento conocido ni vacunas y que provoca la muerte
de alrededor de un 90% de las personas infectadas. De los 86 posibles casos
detectados hasta ahora, un total de 13 han sido confirmados en laboratorio,
según la Organización Mundial de la Salud,
que asegura que se están investigando otros casos sospechosos en las zonas
fronterizas de Liberia
(seis casos, entre ellos cinco muertes) y Sierra Leona.
Mientras en Senegal, país también fronterizo, ya se han adoptado medidas
destinadas a la detección precoz de esta enfermedad, así como en Gambia, Malí y
Costa de Marfil.
Hasta ahora, las muertes confirmadas a causa del Ébola se han producido en
cuatro distritos de la región conocida como Guinea Forestal, en el sur del
país: Guekedou, Macenta, Nzerekore y Kissidougou. Además, los resultados
preliminares de los estudios llevados a cabo en el Instituto Pasteur de Lyon, donde se ha
confirmado el brote tras el envío de las muestras de sangre de siete personas
afectadas, apuntan a que podría tratarse de la cepa Zaire del virus, que de las
cinco conocidas es una de las más letales. "La secuenciación preliminar de
una parte del virus es compatible con la especie Zaire", han asegurado los
expertos.
El doctor Mamadou Ndiaye, director general de Prevención del Ministerio de
Salud senegalés, aseguraba este lunes al periódico L'Observateur que han adoptado
"medidas destinadas a incrementar la vigilancia a escala de todo el país,
mediante el envío de fichas técnicas a todas las estructuras sanitarias para
que si hay un caso sospechoso se pueda informar a la autoridad superior y que
adopte las medidas adecuadas. Las regiones fronterizas deberán redoblar la
vigilancia". Malí y Costa de Marfil están adoptando medidas similares.
Nueve trabajadores españoles de una empresa guineana se encuentran en
regiones próximas a la zona donde se ha detectado la presencia del virus, en
concreto Kankan, Faranah y Banankoro, y han solicitado a la Embajada de España
en Conakry su evacuación inmediata. Desde la legación diplomática se mantienen
informados a los españoles residentes en el país. "Nos dicen que los casos
confirmados han tenido lugar en poblaciones aisladas y que de momento tenemos
que permanecer tranquilos y siguiendo las normas de higiene individual",
asegura uno de los citados trabajadores.
El brote de Ébola no ha sido confirmado por ahora en la capital del país,
Conakry, donde en las últimas horas se han investigado tres casos sospechosos
de muerte por fiebres hemorrágicas, en dos de los cuales se descartó la
presencia del citado virus.
Según la OMS, es la primera vez que se constata un brote de Ébola en
Guinea, una enfermedad más propia de África central y países como Uganda y la
República Democrática del Congo, donde desde 2001 ha habido al menos nueve
brotes, junto a otro en Gabón y en el sur de Sudán.
En coordinación con las autoridades sanitarias guineanas, la organización
internacional Médicos sin Fronteras, que
cuenta con 24 trabajadores en el país, ya ha anunciado el envío de personal de refuerzo
con la intención de crear estructuras de aislamiento en las zonas afectadas
para poder tratar a los enfermos en condiciones de seguridad y disminuir el
riesgo de contagio.
Este virus se contrae por contacto estrecho con sangre, secreciones u
órganos de animales infectados, sobre todo chimpancés, gorilas, monos,
antílopes, puercoespines o murciélagos frugívoros, estos últimos considerados
el huésped natural del virus. Entre humanos, se transmite por contacto estrecho
con la sangre o secreciones de personas enfermas, por lo que se recomienda
especialmente el uso de material de protección como guantes y mascarillas para
la atención de los afectados. Tras un periodo de incubación que va de 2 a 21
días, sus síntomas son un brusco aumento de la temperatura corporal, debilidad
intensa, dolor corporal, cefaleas e irritación de la garganta. Asimismo, vienen
acompañados de vómitos, diarreas, erupciones cutáneas, insuficiencia renal y
hepática y, en ciertos casos, de hemorragias internas y externas. A los
afectados solo se les puede dar tratamiento paliativo (sueros, antipiréticos,
analgésicos) porque no hay tratamiento conocido.
El virus fue identificado en 1976 en las orillas del Ébola (Congo), y
pertenece al grupo de los filovirus (en forma de hilo). Pero, sobre todo, lo
que lo identifica es su característica de ser hemorrágico, como el Marburg.
Precisamente su elevada mortalidad es la que hace que los brotes queden muy
localizados. Tiene un periodo de incubación corto y la debilidad que causa ha
hecho, al menos hasta ahora, que los afectados sean incapaces de viajar. Esto
es una ventaja para su control, informa Emilio de Benito.
De los cinco tipos de Ébola que hay, cuatro son muy
peligrosos. Hay un quinto, el Reston, que también es originario de África, pero
cuyo único brote conocido ocurrió en Filipinas en 2009. Entonces hubo un
afectado. Luego se supo que el ganado doméstico había sido el transmisor.
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