El cordobés José Luis Cano Castiñeira
es el principal impulsor del proyecto Just a Lifestyle, que lo ha llevado hasta
Kenia y Tanzania
MANUEL RUIZ DÍAZ 03/02/2014 Diario Córdoba
"Llegué a África con una maleta cargada
de ilusión y mucha energía", recuerda José Luis Cano, un cordobés de 27 años
empeñado en difundir por todo el mundo los valores del deporte través del
proyecto Just a Lifestyle.
José Luis es licenciado en Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte. Durante los dos últimos dos antes de su viaje
a África vivió en Londres, donde trabajó para el Comité Olímpico en los Juegos
de Londres 2012. Fue en esa etapa cuando comenzó a soñar con un proyecto
propio, que con el tiempo ha logrado poner en marcha.
El sueño de José Luis se llama Just a
Lifestyle. Él es el principal impulsor de una idea tan sencilla como ambiciosa:
"Fomentar y promover el deporte como estilo de vida y así ayudar a la
sociedad y a las personas más necesitadas, transmitiendo los valores que la práctica
deportiva aportan a nivel personal y el poder de ellos sobre la sociedad".
Un sueño que vio claro el pasado 5 de
octubre, cuando se enfrentó a un desafío para el que se estuvo preparando
durante mucho tiempo, el Ironman Londres 2013, la prueba más exigente del triatón:
3.800 metros a nado, 180 kilómetros en bicicleta pedaleando y 42 kilómetros
corriendo. "Entonces comenzó todo", señala José Luis. Fué cuando voló
hacia tierras africanas, a Kenia, para estudiar la cultura del atletismo en el
distrito de Eldoret, al oeste del país. En los últimos años, algunos medios se
han referido a Eldoret como "El Dorado" del atletismo en África. De
allí han salido más medallistas en competiciones internacionales de media y
larga distancia que de cualquier otra zona del planeta. José Luis vivió durante
un mes rodeado de los mejores entrenadores y atletas del mundo y conviviendo día
a día con el actual presidente del Comité Olímpico de Kenia, Kip Keino.
En Kenia vivió "una experiencia
inolvidable, entrenando a niños que sueñan con ser atletas y poder salir de la
pobreza y ayudar a sus comunidades --recuerda--, asistiendo a algunos de los
mejores entrenadores y atletas del mundo, entrenando con ellos y estudiando la
cultura keniana del atletismo".
Después de Kenia llegó Tanzania, donde
ha trabajado como voluntario en un orfanato. Hace solo unas semanas, José Luis
regresó a Córdoba, pero tras la experiencia africana, Just a Lifestyle no ha
hecho más que empezar. "Nos esperan muchos rincones del mundo en los cinco
continentes, donde demostrar --explica este cordobés-- que el deporte es la unión
más clara entre diferentes culturas, razas y religiones. Que a través del
deporte se puede conseguir un mundo mejor".
José Luis ha registrado Just a
Lifestyle como asociación sin ánimo de lucro. En la actualidad, trabaja
intensamente para dar a conocer su proyecto a instituciones y empresas que se
impliquen en futuras iniciativas, la más inmediata lo podría llevar al Tibet.
Mucha gente que ya conoce el proyecto
solidario de José Luis, supo de él a través de internet (http://justalifestyle.com),
donde el cordobés lo explica todo, y donde ha ido relatando sus experiencias en
África a través de un blog.
En Tanzania, José Luis se desplazaba
cada mañana a Morombo, un lugar en las afueras, a una hora de Arusha, la ciudad
en el norte del país donde vivía en una casa con voluntarios de varias
organizaciones internacionales. Para desplazarse, José Luis tomaba un dala-dala,
que es como se llaman en el idioma local unos viejos furgones cargados de gente
hasta los topes, que hacen la función de transporte público. En Morombo está el
orfanato a donde el cordobés llegó con su Just a Lifestyle en la mochila.
Con solo cuatro años, José Luis, perdió
a su padre. "Supongo que eso me sensibilizó e hizo que siempre me haya
sentido indetificado de algún modo con los niños huérfanos --explica el
joven--, empujándome a comenzar a desarrollar Just a Lifestyle precisamente con
ellos".
Los días que llegaba temprano, José
Luis daba a los niños clases de matemáticas e inglés, pero lo mejor llegaba
cuando, en un gran descampado cerca del orfanato, situado en un barrio
marginal, les enseñaba nuevos deportes y formas de pasarlo bien con juegos y
actividad física. "Disfrutan muchísimo, corren, juegan, rien. Adquirir hábitos
adecuados de actividad física desde pequeños será determinante para su salud,
control emocional y prevención de enfermedades", cuenta el cordobés.
"Es muy importante que disfruten a través del deporte, que adquieran
valores de disciplina, superación, trabajo en equipo y respeto entre compañeros",
añade.
José Luis llevó a aquel rincón de África
las reglas del fútbol, balonmano, baloncesto o el atletismo. A algunos de estos
deportes, los huérfanos de Jitihada jugaban por primera vez.
LOS JUEGOS DE MOROMBO
Un día, nuestro cordobés habló a los niños
sobre los Juegos Olímpicos, que él mismo había vivido en primera persona en
Londres 2012. Les habló sobre la competición y los valores que transmite a todo
el mundo.
Los chavales se entusiasmaron y José
Luis acabó organizando los primeros Juegos Olímpicos Just a Lifestyle en
Morombo, Tanzania. "Disfrutaron de su primera competición, su primera
meta, su primer podium".
Con la ayuda de todos, José Luis
construyó una canasta de madera para que los niños descubrieran un nuevo
deporte que no conocían. "Ahora, muchos quieren ser de mayores jugadores
de baloncesto. El deporte les ha enseñado a sonreír y a mí, una vez más, me ha
demostrado lo importante que es y el poder que tiene para generar
cambios", insiste este joven deportista.
Tras su
experiencia, José Luis es consciente de que ha recibido tanto o más de lo que
fue a dar. "La vida en África no es diferente, es que es otro mundo --nos
cuenta--. Un mundo en el que la falta de recursos, posibilidades y
oportunidades ha moldeado a una sociedad que ha aprendido a ser feliz sin tener
nada".
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